Fue el constructor inglés
William Willett en 1905 quien concibió el horario de verano durante
un paseo a caballo previo al desayuno, cuando sorprendió pensando cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano. Muy aficionado al golf le disgustaba acortar su recorrido en el crepúsculo.
Dos años más tarde publicó su propuesta,
pero su idea no se aplicó inmediatamente. Alemania sus aliados, y otras zonas ocupadas fueron los primeros países europeos en emplear el horario de verano, que se aplicó por primera vez el 30 de abril de 1916. Muchos países beligerantes y neutrales de Europa les siguieron (como España), pero Rusia y otros países esperaron al año siguiente, y los Estados Unidos no lo hicieron hasta 1918. Desde entonces y como se ha especificado anteriormente, se han producido muchas propuestas, ajustes y revocaciones.
En la vida actual el ahorro energético es impresionante. Según estimaciones del (IDAE), Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, en nuestro país el ahorro en iluminación en el sector doméstico, por el cambio de hora, durante los meses que tiene efecto; es decir, desde final de marzo hasta final de octubre, puede representar un 5%. Si el consumo medio de una familia española es de 3.200 kWh., el ahorro sería de más de 6 euros por hogar y más de 60 millones de euros para el conjunto de ellos.